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Para que un equipo de climatización conserve su vida útil, debe dársele ciertos mantenimientos y eso incluye saber cómo desinstalar un aire acondicionado.
Antes de efectuar ciertos pasos de la desinstalación debemos tomar dos precauciones bastante simples: la primera es desenchufar el equipo. No queremos que en alguna maniobra se encienda o aún peor: quedemos expuestos a alguna patada. La segunda es leer el manual de instrucciones. Cada aparato tiene sus particularidades y en ningún otro lugar encontraremos la información más detallada que allí para cuidarlo.
Hecho esto, podremos sí poner manos a la obra.
Encenderemos el aire acondicionado y lo colocaremos en modo frío. Eso activará el compresor. Luego, con una llave inglesa, cerraremos las válvulas del circuito. Es importante que usemos las herramientas con suavidad ya que los componentes internos del aire acondicionado suelen ser frágiles y peor aún: en ciertos casos difíciles de conseguir. Este paso no debería tener más de 30 segundos / 1 minuto de demora.
Cerraremos la válvula de alta presión (tubo fino) con una llave Allen.
Ahora cerraremos también la válvula de baja presión (tubo grueso).
Desenchufaremos el equipo de aire acondicionado lo más inmediatamente posible luego de cerrar la segunda válvula.
Si hemos realizado hasta aquí todo de manera correcta, el gas refrigerante habrá quedado en el condensador y no se escapará al avanzar con la desinstalación. Cuando el equipo se instale nuevamente y se reabran las válvulas, el gas se distribuirá otra vez en el circuito.
Una vez sacado el gas refrigerante, habremos de desconectar los cables eléctricos. Buscaremos la regleta que los une y con un destornillador aflojaremos los tornillos. Lo último que habrá que hacer es sacar los cables.
Desconectaremos los tubos y cables que ven hacia la pared, aflojando las tuercas para desenganchar las tuberías. Ya retiradas, las bocas de las mismas quedarán abiertas así como las válvulas. Procuraremos tapar todos los huecos para prevenir la entrada de suciedad y humedad.
Acto seguido quitaremos los cables que unen la unidad interna con la externa, las tuberías que van hacia el Split y el caño de desagüe. En este último caso, pueden quedar restos de agua en el interior, así que cuidado con los lugares sobre los que se pueda llegar a volcar o salpicar.
Con eso será suficiente para tener la unidad exterior desconectada.
De aquí en más todo es más sencillo. Para desinstalar la unidad interior, no hacen falta tantos pasos. Ya quitada la unidad exterior, solo habrá que desconectar la interior, soltar la carcasa y desanclar los soportes de la pared.
Parte de estos pasos ya los hemos realizado para cambiar los filtros, veamos:
A la carcasa la sacaremos removiendo los tornillos de la parte inferior y tirando hacia arriba.
Soltaremos los anclajes que unen el soporte a la pared también con el destornillador.
A esta altura ya deberían estar desconectados los cables de corriente, pero por si acaso lo chequearemos.
Una vez quitada la unidad interior, faltará desatornillar el soporte si es que no se va a utilizar para otra cosa en el lugar donde está.
Podríamos aprovechar esta oportunidad para limpiar la turbina. ¿Cómo la retiramos?
Primero desmontaremos la carcasa del Split del mismo modo que hicimos más arriba.
Recurriremos al manual de instrucciones del equipo para localizar el tornillo que une la turbina al eje. Cuando lo hayamos encontrado, lo aflojaremos.
También sacaremos los tornillos para extraer la bandeja de desagüe (también con cuidado de no volcar en cualquier lado los restos de agua que pueda tener.
De esta manera habremos llegado al final de nuestro procedimiento. Sin embargo, lo que puede parecer sencillo en un tutorial puede no serlo tanto llevado a la práctica, así que no dudes en contactarnos para que puedas contar con una mano profesional.
