Los ventiladores de techo con una excelente opción para refrescar la casa con un consumo energético menor que un aire acondicionado. Sin embargo, una vez adquirido la pregunta del millón es “¿Cómo instalar un ventilador de techo?”.
Veamos la respuesta en unos pocos pasos:
El primer paso que daremos antes de instalar el ventilador en el techo, será armarlo. Colocaremos las aspas sobre el cuerpo central del artefacto y las ajustaremos con los tornillos adjuntos. Para asegurarnos de no confundirnos, iremos chequeando las instrucciones de armado que acompañan al ventilador.
Según el tipo de ventilador que tengamos, la conexión de cables será más o menos fácil. Esto dependerá de si vienen clemas o no con el aparato. Las clemas son fichas para hacer conexiones eléctricas que constan de una pieza metálica contra la que se aprisiona el cable con un tornillo. Su uso vuelve el trabajo sencillo y prolijo. De no haber clemas, el empalme habrá de hacerse manualmente.
En cualquier caso, es importante respetar los colores de los cables.
Ya unidos los cables del plafón con los del cuerpo del ventilador, atornillaremos el plafón.
Antes de pasar a la colocación del ventilador en el techo con su correspondiente conexión a los cables de la instalación eléctrica de la casa, desconectaremos la luz general para evitar accidentes.
Como primera medida, marcaremos con lápiz los puntos donde se realizarán los agujeros para colocar los tacos de vuelco que sostendrán el peso del ventilador. Recordemos que una vez terminado el trabajo, las aspas deberán quedar a no menos de 50 cm de distancia de paredes, puertas o muebles. Luego fijaremos el ventilador al techo atornillando bien los tacos. Esto evitará que el ventilador se caiga sobre alguien.
Otro dato importante es que la altura sugerida para el ventilador es a 2,4 m del suelo. Es un cálculo estimativo de la altura de una persona con el brazo estirado hacia arriba, de manera que si esto pasa, las aspas no lo lastimen.
A simple vista se podrá ver que el soporte del ventilador tiene cables de los mismos colores que los que salen del techo. Con la luz cortada, uniremos cada uno con su par idéntico, empezando por el cable amarillo y verde (bajada a tierra), luego por el marrón, negro o gris (fase) y para finalizar el azul (neutro).
No todos los ventiladores tienen mando a distancia, pero si es el caso, este es el momento de instalarlo. Veremos que hay dos regletas de cables: una para la velocidad de giro y otra para la luz. Al instalar el motor, debemos asegurarnos de que el sensor quede visible para poder operar.
El embellecedor tiene doble función. Una es estética: ocultar cables, motor de mando y otros mecanismos para que no quede desprolija la instalación. La segunda es de seguridad, contribuyendo a que el ventilador quede bien firme.
Si se trata de un ventilador de techo con luces, colocaremos los focos correspondientes. Recomendamos lámparas LED o de bajo consumo, para ahorrar energía eléctrica.
El último paso antes de disfrutar de nuestro ventilador, será volver a conectar la corriente eléctrica y darle encendido. Chequearemos las distintas velocidades de giro así como el encendido y apagado de las luces si hubiera, el mando a distancia y cualquier otra función que tenga. Si todo anda correctamente, la instalación estará terminada.
Ante cualquier duda o dificultad, aconsejamos siempre consultar a un electricista profesional matriculado.