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Si estás pensando en comprar una, un punto importante a tener en cuenta es dónde instalar una secadora de ropa. Aquí algunos consejos.
Antes que nada vamos a aclarar una cuestión conceptual. Hay dos tipos de secarropas: el que opera por centrifugado, de donde la ropa sale aún húmeda y la secadora de ropa por calor, de la cual la ropa sale lista para planchar o guardar.
Dado que el primero es de tamaño pequeño, lógicamente este artículo está referido a las secadoras por calor, cuyo tamaño se asemeja al de un lavarropas.
Ahora sí:
La primera cuestión a resolver es: ¿dentro o fuera de la casa?
No todas las casas tienen espacio para este artefacto dentro, por lo cual no hay más opción que colocar la secadora afuera. Obviamente no es lo mejor, pero dentro de lo posible, trataremos de ubicarla en una galería o debajo de algún techito o alerón. Dependiendo del declive del piso, puede llegar a necesitarse una tarima de base, de no más de un escalón de altura. Esto será para evitar que el agua que se pueda acumular tras una lluvia, corroa la chapa más cercana al piso. También es útil usar una funda, para proteger al artefacto de la acción del viento, la tierra y la lluvia.
Ahora bien: si tenemos lugar dentro de la casa, mucho mejor!
El lugar óptimo sería junto al lavarropas, para tener todo más a mano.
¿En qué habitación? Donde haya lugar: el lavadero sería lo obvio, pero si no puede ir en la cocina, en un quincho, en la cochera o hasta en el baño. La ventaja por encima del lavarropas, es que la secadora por calor generalmente no necesita toma de agua ni desagüe, que es lo que puede llegar a condicionar más el sitio donde ubicarla. Basta con un tomacorriente.
Una cuestión importante a la hora de proceder a la instalación de la secadora, son las condiciones ambientales del lugar. La temperatura debe estar entre los 5 y los 35°C. Si es menor, tardará mucho más en completar el secado, pues tendrá todo el frío exterior jugándole en contra. En tanto si la temperatura es mayor, se corre el riesgo de un sobrecalentamiento. En este caso, la secadora deberá interrumpir su ciclo reiteradamente para regular la temperatura, lo cual además de tiempo consumirá mucha más energía eléctrica.
El lugar debe estar ventilado, así que cuidado con empotrar la secadora en el hueco de algún mueble o de que quede tapada la entrada de aire del aparato.
Entre las secadoras de ropa por calor, existen dos clases, que son las más habituales:
– Por condensación: tienen programas más cortos gracias a su posibilidad de trabajar a temperaturas más altas. Suelen ser más económicas para adquirir.
– Con bomba de calor: son más eficaces y energéticamente más eficientes. Trabajan a una temperatura menor a las secadoras por condensación. Puede que eso demore más el ciclo, pero tiene la ventaja de que cuida más las prendas.
Los modelos más modernos de secadoras de ropa (al igual que viene ocurriendo con otros tipos de artefactos) son cada vez más eficientes desde la perspectiva del consumo eléctrico. Esto deviene en beneficios para nuestro bolsillo y para el cuidado del medio ambiente. Así que sugerimos, a la hora de comprar, invertir en una secadora no menos eficiente que una A++. Ante alguna duda al respecto, cualquier vendedor de una casa de electrodomésticos sabrá dar una correcta orientación.
