Si tenemos que definir en pocas palabras qué es la electricidad, debemos decir que se trata de un conjunto de fenómenos físicos provocados por el movimiento y la interacción entre cargas eléctricas positivas y negativas de los cuerpos.
También llamamos electricidad a la rama de la ciencia que estudia el fenómeno en cuestión y la rama de la tecnología que lo pone en práctica.
La palabra electricidad proviene del griego électron: ámbar. La relación entre el ámbar y este fenómeno fue registrada por el físico y químico francés, Charles François de Cisternay du Fay. El mencionado científico diferenció la carga positiva (que se presentaba al frotar el vidrio) de la negativa (que surgían al frotar materias resinosas como el ámbar).
Si bien en la mayoría de los casos la electricidad no es un fenómeno que podamos percibir con nuestros ojos, tiene varias maneras de manifestarse:
Es una propiedad de ciertas partículas subatómicas de la materia, que condicionará su nivel de interacción electromagnética (fuerzas de atracción y repulsión).
Es el flujo de electrones circulando por un conductor en un momento específico (conducción eléctrica). Se mide en amperios (A).
Se trata de un género en la especie “campo electromagnético” y está producido por una carga eléctrica. Tiene una fuerza menor cuanto mayor sea la distancia entre dos cargas. Un campo eléctrico puede producir tanto atracción como repulsión.
Se trata del trabajo que debe hacer una fuerza externa para atraer una carga positiva de un punto a otro. Va en sentido opuesto a la fuerza eléctrica y con velocidad constante.
La electricidad puede producir campos magnéticos. Cuando éstos son variables en el tiempo, producen energía eléctrica.
La electricidad puede provenir de una fuente primaria o secundaria.
Se produce en la naturaleza. Así encontramos a la energía solar, hidráulica, eólica, geotérmica, biomasa, petróleo, gas natural o carbón.
Se obtiene a través de la transformación de energía primaria para su posterior consumo: gasolina, electricidad, gasoil, etc.
Para no caer en tecnicismos complejos, diremos rápidamente que la electricidad que usamos para la vida no puede producirse sin la mediación de un sistema eléctrico.
Un sistema eléctrico es una serie de elementos que operan ordenadamente en un ámbito geográfico para cubrir la demanda energética.
Los sistemas eléctricos se componen por:
Es donde se produce la energía eléctrica, como centrales nucleares, hidroeléctricas, parques eólicos, etc.
Su función es reducir la tensión que llega a través de los cables de alta tensión.
Transportan la electricidad hasta los consumidores finales.
Es donde se opera todo el sistema de generación y transporte de electricidad.
Podríamos dividir el uso de la electricidad en tres grandes ámbitos:
La mayoría de los artefactos del hogar funcionan con electricidad: lavarropas, lavavajillas, televisores, computadoras, heladeras, sistemas de refrigeración y calefacción, así como el sistema de iluminación.
Casi el 50% de la energía consumida es eléctrica. En este ámbito la electricidad se utiliza para impulsar motores eléctricos en las maquinarias, para calentar ciertos materiales, para en funcionamiento de calderas y otros sistemas de climatización. Además, como dijimos en el párrafo anterior, la iluminación.
Baste pensar en los tranvías, subterráneos y trenes: todos ellos son medios de transporte eléctricos. Poco a poco también van apareciendo autos eléctricos, así como híbridos (motor eléctrico y motor a explosión combinados). Éstos pueden cargarse con un enchufe común, conectado a corriente eléctrica.