También pueden investigar qué electrodomésticos están en modo “stand by” y buscar que se apaguen definitivamente.
¿Pantallas o no pantallas?
Los nativos digitales pasan gran cantidad de horas frente a pantallas: si no es el celular, es la computadora y si no, es el televisor. Por lo que en principio, trataremos de incentivar el juego offline. Que salgan al patio, a la plaza. Llegado el punto donde la resistencia es muy grande, bueno es limitar el uso de pantallas a determinada cantidad de tiempo diario.
Finalmente para los momentos de “pantalla sí”, podemos indicar algunos juegos en línea que fomentan el cuidado del medio ambiente, como por ejemplo Renata: salvando el planeta.
Enseñar a cuidar
A veces como adultos les exigimos a los niños que cuiden la energía en casa, por ejemplo apagando las luces que no usan y nos enojamos cuando no lo cumplen. Lo recomendable es, en primer lugar, enseñar de manera clara qué es lo que deben hacer, por ejemplo: apagar el televisor cuando dejan de mirar los dibujitos animados. Lo segundo, será predicar con el ejemplo. Toda enseñanza se cae si nosotros hacemos lo opuesto a lo que esperamos de nuestros hijos, como dejar prendidas las luces que no estamos usando. Por último, el refuerzo verbal positivo. Es indispensable para la pregnancia en los hábitos de los niños, que celebremos cada vez que hacen algo bien. ¿Apagaron la luz al salir de su habitación? Felicitémoslos. ¿Apagan la compu todas las noches antes de ir a dormir? Premiémoslos con un paseo juntos en bici.
Introducir el concepto de ahorro
Una buena estrategia para llevar bien a lo tangible y concreto algo abstracto como lo es el cuidado de la energía, es a través del dinero.
Cada vez que un niño apaga una luz o que desconecta el celular ni bien completó su carga de batería. Cuando investigue y aprenda cómo configurar un artefacto de modo ecológico. En definitiva: siempre que realice una acción positiva para el cuidado de la energía, se le podrá dar un par de monedas o billetes de baja denominación para que guarde en un frasco o alcancía. Al finalizar la semana, podrá usar ese dinero para comprar algo que lo gratifique, como por ejemplo un helado.
Ducha, no baño
El cuidado del medio ambiente siempre se basa en decisiones. Entre dos opciones, una ecológica y otra no, debemos aprender a elegir la primera. Cuando los niños ya tienen una edad en la que pueden prescindir del llenado de una bañera para higienizarse, debemos alentarlos a eso. Si tenemos en nuestro hogar un sistema para calentar el agua en el cual interviene la electricidad (por ejemplo una caldera), más razón tenemos para tratar de que los baños sean cortos.
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