Especialmente en verano, época en la que la demanda eléctrica aumenta, es importante conocer qué electrodomésticos consumen más energía. A la par, veremos también cuáles son los electrodomésticos de bajo consumo eléctrico.
Conociendo cómo ahorrar más energía, evitaremos cortes de luz, ahorraremos dinero y cuidaremos el medio ambiente.
Hay determinados electrodomésticos de uso masivo que consumen mucha cantidad de energía. Una de las maneras de evitar la concentración de la demanda es utilizarlos en horarios no pico. ¿Cuándo es el horario pico? Entre las 13 y las 17:30 hs o bien entre las 19 y las 22:30 hs.
En este caso nos referimos no a los secarropas por centrifugado sino a los que secan la ropa con calor, dejándola lista para guardar. Su consumo es entre 4.000 y 5.000 kWh, mucho más que una heladera o incluso que un lavarropas. Afortunadamente, su uso no está demasiado extendido en Argentina.
Un horno eléctrico puede llegar a utilizar una potencia que va desde los 3.000 a los 10.000 watts. En el primer extremo encontramos los hornos chicos a grill. En el segundo, a los hornos grandes empotrados en la pared.
La variación de consumo es de 1 a 10 según usemos para lavar agua fría o agua caliente. Con agua fría un lavarropas consume alrededor de 300 voltios. Pero al utilizar la electricidad para calentar el agua, el consumo sube hasta los 2.500 o 3.000 watts. Es por eso que se aconseja programar los lavados (especialmente si se hacen con agua caliente) para la mañana o para las horas de sueño nocturno.
Con el lavavajillas la situación es más complicada, pues no es posible utilizarlo con agua fría. Al igual que el lavarropas, calentar eléctricamente el agua, implica un consumo de 3.000 watts. ¿Una solución? Conectar el lavavajillas directamente al agua caliente. En todo caso, el gasto será de gas y no de luz.
Las mismas consideraciones del lavarropas y el lavavajillas valen para los termotanques eléctricos. Su consumo oscila entre los 2.500 y los 3.000 watts.
Es importante respecto al aire acondicionado, aclarar una cuestión: el consumo no se relaciona tanto con la cantidad de tiempo de uso, sino con el termostato. Si lo usamos a 24°C, el equipo se encenderá solo un 33% del tiempo. En cambio si lo ponemos a 18°C, pasará el 90% de tiempo o que se dice “andando”.
Es uno de los electrodomésticos que encabeza la lista debido a que requiere estar encendido las 24 horas. Su consumo ronda los 1.000 kWh y representa el 18% del consumo eléctrico hogareño.
Por eso se sugiere, al comprar una heladera, buscar aquella que sea más eficiente energéticamente. Costará más adquirirla, pero ahorrará dinero en su uso más que con otras menos eficientes.
Como la mayoría de los electrodomésticos que operan con resistencia, su consumo está entre los más altos. Una plancha pequeña, como las de viaje, consume aproximadamente 800 watts. Las planchas a vapor, grandes, que son habitualmente las que tenemos en casa, van desde 1.000 a 2.300 watts (casi el triple).
Este artefacto de cocina consume unos 2.000 watts. Por eso no es recomendable comprarlo, mientras se pueda seguir utilizando ollas o sartenes a fuego.
Nos encontramos nuevamente con la situación de calentar agua. El consumo de cualquiera de ellas es de alrededor de 900 watts.
A diferencia de las waffleras, las tostadoras eléctricas son muy comunes en nuestro país y consumen lo mismo que aquellas: 800 watts.
Quizás para dimensionar qué implican las cantidades mencionadas de consumo, sea útil verlas en contraste. Un televisor LED tiene un consumo de entre 50 y 60 watts. Un router de WiFi, tan solo 6 watts. Un equipo de música estándar, 30 watts. Una computadora de escritorio (PC), 100 watts y una Notebook, la mitad. En tanto los llamados pequeños electrodomésticos, consumen todos entre 200 y 300 watts.
Podés consultar la tabla de consumos del ENRE haciendo click aquí.